En el Volvo V60 Cross cabe la elegancia, los paseos por el campo... y toda la familia
El Volvo V60 Cross Country se posiciona a mitad de camino entre un vehículo familiar y un todocamino. Para ser más concreto, se posiciona entre el V60, el familiar de la gama media de Volvo, y el XC60, que es el todocamino de tamaño medio. Y por supuesto, con el estilo nórdico propio y tan exclusivo que la marca sueca imprime a sus vehículos.
La versión que hemos probado incorpora el propulsor D4 con 190 caballos, un propulsor de cinco cilindros en línea que ofrece una muy buena entrega de potencia pero que resulta algo ruidoso. Asociado con una caja de cambios automática de seis marchas, transmite a su conductor una sensación de gran facilidad de manejo. Y un gran confort de marcha, elemento clave en todos los modelos de Volvo.
La seguridad sigue siendo un elemento esencial en la marca, con el control de crucero adaptativo y sobre todo el sistema de aviso cuando la distancia con el coche de delante es demasiado pequeña, que se indica mediante varios led de color rojo proyectados sobre el parabrisas justo por encima del cuadro de instrumentos. Lógicamente, también dispone de aviso de cambio de carril o de ángulo muerto, detector de peatones y de ciclistas, lo que hace que su conductor pueda circular algo más tranquilo.
Buena habitabilidad y un equipo mecánico contundente, pero ante todo yo destacaría en este Volvo V60 Cross Country su estética, muy diferente a lo que hay en el mercado del segmento todocamino "light", con un estilo muy "premium". La consola central, terminada en aluminio, es muy fina y le da un aspecto elegante, moderno y muy funcional. Este Volvo es una muy buena alternativa a los todocaminos de gama alta.
Fuente: elconfidencial.com